Sir Tim Berners-Lee, el inventor de la World Wide Web hace casi
tres décadas, ahora quiere crear una versión nueva de su propio invento. Una
nueva web.
A
Berners-Lee no le gusta el camino que tomó la web durante sus 27 años de
existencia. Hablando con Today Online, explicó que la web se convirtió en un gran aparato de vigilancia, manejado por grandes
corporaciones:
Controlan lo
que la gente ve y la forma en que interactúan. La web ha sido grandiosa pero
también tiene espionaje, se bloquean sitios, se manipula el contenido, te
redirigen a sitios incorrectos... y eso destruye el espíritu original de ayudar
a la gente a que cree cosas.
La web ya está
descentralizada, el problema es la dominancia de un solo motor de búsqueda, una
sola red social. El problema no es tecnológico, el problema es social.
Y
por lo anterior, llegó el momento de reformular algunas cosas y para ello ya
han habido reuniones entre Berners-Lee y gente como Vint Cerf o
Brewster Kahle de Internet Archive. La idea es crear una internet
descentralizada donde los gobiernos y otras organizaciones no puedan tener
tanto control. Porque no solo los gobiernos controlan la internet, sino también
compañías que ofrecen servicios y que a la vez tienen el poder de controlar lo
que la gente ve.
Snowden nos
hizo darnos cuenta que sin querer construimos una gran red de vigilancia con la
internet. En China, la gente no puede leer algunos sitios y apenas unos pocos
proveedores de servidores son los que por defecto gestiona la experiencia de
internet de las personas.
Tenemos el
poder de cambiar todo eso.
El proyecto
está aún en conversaciones iniciales y no parece que se vaya a materializar en
el futuro cercano, pero sus impulsores ya piensan en metas como, por ejemplo,
hacer que el modelo de una web gratuita basada en anuncios no sea el único con
el cual sitios se puedan sostener económicamente. "La gente asume que los
consumidores tienen que entregar algo a cambio de poder ver un sitio gratuito,
incluso sabiendo lo que se hace con sus datos", cierra Berners-Lee.